HISTORIA DE NUESTRO QUIOSCO

HUBO UN QUIOSCO EN EL COLEGIO

La dulzura como principio

Una mañana del año 1987, el deseo por más dulzura, caramelizó en un quiosco en el patio del colegio; el que inicialmente con tía Gaby satisfizo la ansiedad de niños y jóvenes, y que con el transcurso del tiempo junto a tío Pedro fue la base de una relación que perduraría por muchos años con los niños y jóvenes del establecimiento educacional.

Tío Pedro Huilipán y tía Gaby Ronda matrimonio sin igual, por años, fueron los contenedores emocionales de muchos alumnos y trabajadores de esta entidad en los recreos, tornándose el local en un refugio espiritual del quehacer cotidiano.

De hecho, la comunidad escolar supo apreciar a estas personas que, con el curso de los años se fueron convirtiendo en abuelos chochos sabedores de la vida, consejeros, alegres y entusiastas que aportaban al recreo, más allá que una fiesta de confites, el calor de los cafés y los pancitos de la mañana, sino la alegría, la pitanza de tía Gaby como la cobranza disparatada e insistente de los “ocho mil quinientos” y a veces la desconcertante intención de cortar corbatas.