El papel de los padres en la Educación
El Ciberbullying, o Ciberacoso, es un fenómeno real. Y puede ser extremadamente peligroso. Por supuesto, para las víctimas, que pueden llegar a sufrir de manera difícil de medir. También, claro, para los propios agresores, que pueden generar y consolidar modos habituales de comportamiento basados en el desprecio al otro, especialmente al que se tacha de débil, de perdedor. Imbuidos de una superioridad y jerarquía que les hace insensibles al dolor ajeno.
Pero también los efectos pueden ser inquietantes y lesivos para los denominados espectadores u observadores, es decir, para aquellos, muchos ordinariamente, que conocen lo que está pasando y, por diferentes razones, acaban mirando hacia otro lado, sin implicarse, entendiendo que la situación no va con ellos y que es mejor no involucrarse. El resultado, la inacción y, consecuentemente, la ausencia de ayuda a quien está sufriendo por la situación de maltrato emocional que supone la práctica del ciberbullying.
Especialmente en los casos de ciberbullying, es muy importante resaltar el papel de aquellos actores (compañeros, amigos, conocidos, miembros de un grupo de mensajería instantánea…) que, incluso sin introducir nuevas variantes o elementos en la agresión que puede haberse producirse, por ejemplo, en forma de insultos, rumores o envío de imágenes comprometidas de compañeros a través de redes sociales, contribuyen de manera sustantiva en la situación de maltrato con la difusión que hacen de lo que reciben en sus dispositivos móviles, extendiendo de forma cruel y expansiva aquello que daña la intimidad, honor o dignidad de la víctima.
El papel de los padres en la prevención del ciberbullying representa un tema clave.
Es necesario que todos nos impliquemos en este proceso para prevenir de modo activo, claro, evidente, con convicción y seguridad. La prevención del acoso, del ciberacoso, del maltrato y la violencia entre iguales requiere del compromiso de padres y madres en la educación de sus hijos.
Cuidar la actitud, la escucha, la capacidad para dialogar, analizar los hechos, responder con ecuanimidad y compasión. Despreciar la violencia, responder a ella con los valores prosociales básicos. El comportamiento de los padres es el espejo.
Modelar la ayuda, la solidaridad, el apoyo, el compañerismo, el aprecio, la sensibilidad. Defender y cuidar a quien no se sostiene, a quien apenas se atreve a mirar, a levantar la voz, a pedir ayuda.
Educar para la vida, también, para el afrontamiento de situaciones difíciles que llegan poco a poco a sus vidas. La confianza, explicar, mediar, comprender y sostener son esenciales en la construcción de una personalidad sana.
Invitamos a la Comunidad Educativa a reflexionar acerca este tema en casa, brindar la confianza necesaria para que niños (as) y jóvenes los escuchen, acudan a uds. y sientan la protección del hogar.
Como Establecimiento Educacional hemos realizado las mejoras en nuestro Reglamento Interno de Convivencia Escolar y protocolos de actuación para proceder de manera correcta y eficiente para el bienestar de todos nuestros estudiantes, complementándose con charlas de prevención, informativos, afiches, entrevistas, etc., recordando siempre que “La convivencia escolar la hacemos todos”.
Atte.
Convivencia Escolar
Friendly High School